jueves, 11 de diciembre de 2008

La decisión

Quién sabe
cuál es la decisión correcta:
la más sensata,
la más madura,
la más inteligente,
la que no hiere a nadie
ni siquiera a mi mismo?

Quién sabe
cuál es la decisión
que me conduce a mí
y al mismo tiempo
me conecta armónico
con todos los demás?

La decisión
que no rompe ni destruye,
que es sabia en sí
y ante sí?

Quién sabe
cuál es la decisión correcta?

Dicen que las decisiones son,
que no existen las malas
o las buenas decisiones,
porque ese es un componente
que da el tiempo y la distancia
la tranquilidad y el reposo…
Todo lo que no se tiene,
cuando hay que decidir.

¡¡Por la misma mierda!!
alguien sabe
cuál es la decisión correcta?

(silencio ominoso)

Muy bien,
nadie dice nada…

Entonces:

…aventurado a vivir,
renunció en forma definitiva
de aquí a la eternidad,
a saber cuál
es la decisión correcta
con el compromiso irrenunciable

de hacer siempre,
aunque el cielo
se caiga a pedazos,
simplemente
lo que mi corazón dicte…

jueves, 23 de octubre de 2008

Antes de ti

Quién era yo, oh amor mío
antes que me encontraras tú,
sino un simple aprendiz de explorador
en una selva de palabras sin sentido?

Un eterno apostador
en la ruleta de la vida,
ganador vitalicio
del premio del olvido…

Quién era yo, oh dulce amor mío
antes que me conocierás tú?

¡Nadie!
que duda cabe…

¡Nadie!

Porque me miras y ¡soy!


Que duda cabe
oh, dulce amor mío...

La advertencia

Amada mía,
quiero pedirte un favor…

avísale a tu cuerpo,
pero hazte la desentendida,
que voy decidido tras él
con mi barco de besos
dispuesto a navegar
en el mar embravecido
de tus sensaciones
dispuesto a atracar
en tu corazón
y erizarte los sentidos.

Avísale,
ten piedad…

y espérame en silencio
que cuando me acerque
te sorprenda desentendida
y me cueste una vida entera
demostrarte cuánto de amo
navegando empecinado
una y mil veces
en las olas de tu delirio
desordenando para siempre,
te lo advierto,
el orden de lo que eres
y que sin mí
aún no has sido…

lunes, 20 de octubre de 2008

Huayún

Huayún es la parte del continente
donde la mañana me golpea a mansalva
cuando despierto abrazado a tu aroma
y hay entre sus enmarañados sortilegios
un aire de espesa fragancia
que no descansa
si no sobre tu boca
cuando la muerde.

A Huayún se llega caminando
mil kilómetros al sur la mirada
de un Puerto Montt
agitado y tumultuoso
como un exiliado paisaje
de aromático refugio.

Huayún duerme al borde de la Vía Láctea
entre las constelaciones que de tu boca
en forma de besos
sobre mi cuerpo se precipitan
y hay en su arrecife
un aroma a ventisquero
y luna llena.

Huayún es un Edén que brilla
con la eléctrica simpleza
y el cariñoso resplandor de su gente.
Es una casa pequeña
donde el océano descansa
con un corazón inmenso
que palpita en sus orillas.

Huayún es una cena que se regala
sobre el altar
de los humildes bienaventurados.

Huayún es donde te amé
con mar y tempestades
de desordenadas geografías.

La certeza

No hay más certeza en mi vida
que cuando un te amo
se rompe como ola
en los arrecifes de tu boca
y un: ¡yo también!
en forma de beso estalla
como un pitazo marino
de agitados aromas
desde tu mirada y la enciende.

No hay más certeza en tu vida
que cuando nuestros cuerpos ovillados
hacen una misma sombra
a esa hora en que el ocaso arde
sobre el horizonte y lo quema
o cuando el amanecer se abre
como una flor temerosa
en la cintura de Los Andes
dormidos de tanta belleza.

No hay más certeza en mi vida
que tu silencio de luna
después que el amor
empinado en nuestros cuerpos
ha conquistado su altura
o cuando tu piel sometida
al repique de mi cuerpo
como una campana
de rítmicas profundidades
se deja arrastrar
como una ola
hasta la orilla del delirio.

No hay más certeza en tu vida
que cuando mi aliento agitadose pierde
en el bosque de tu cabellera,
y cuando luego
anclado a ti
me disperso indefenso
hacia extasiadas constelaciones
y muero luego,
apegado a tu sercomo una enredadera
que florecerá en tu boca.

No hay más certeza en mi vida
que la dulzura de tus besos
cayéndome como cascadas
cuando el aire se arrebata
con un aroma a frutas frescas
o cuando escucho tu nombre
atrapado entre mis labios
mientras el agua del día
cae y cae
en la fuente
de tu risa
llenándome
la vida de certezas.

El maramar

EL mar es una ciudad enterrada
boca abajo
doblado por la húmeda
substancia que lo contiene.

El mar se recoge y estira
sobre la superficie de tus ojos
cuando te miro y me pierdo
en la profundidad de tu amor
sin recordar mi nombre,
sino sólo que te pertenezco.

El mar
es mi corazón desbocado que grita
¡Te amo!
en la roca cuando
revienta una y otra vez
su corazón obstinado...

“¡Con toda el alma,
con toda el alma!”
se vuelve a escuchar
sobre la persistencia de la roca,

y sólo a lo lejos
en medio de su tranquila intranquilidad
mientras se mece y se repone
se le oye susurrarte de nuevo:

“por siempre,
por siempre..."

lunes, 1 de septiembre de 2008

No te imaginas

Cuántas veces
arrojado en el océano
de tus besos
no me sentí morir
envuelto por una tempestad
de sensaciones
que se agitaban en mi alma y la encendían?

Cuántas veces
sumergido en las rosas
empinadas de tu cuerpo
no me sentí delirar
ahogado por la torrente
sensualidad que te posee
y que devasta mi boca
y mis manos precipitadas?

Cuántas veces
atrapado en el cielo
de tus ojos
no me sentí desfallecer
abrasado por un volcán
de delirios y complicidades
que elevaban mi corazón
y lo rompían como una ola?

Cuántas veces
hundido en el huracán
de tu rabia
o en los arrecifes de tu desdén
no me sentí naufragar
en medio de la nada
y con rumbo a ninguna parte?

Cuántas veces
golpeado indiscriminadamente
por los arrebatos de tu carácter
y la actitud ensimismada de tu ser
no sentí que mi amor
era el más quijotesco
de todos los amores quijotizados?

En la cresta de la ola

¿Qué paisajes adornan tu mirada
cuando me miras buscando al hombre
que te ama como un mar desbocado,
que cruzó el tiempo
y esa tierra que se quemaba
sobre el horizonte del día?

Porque te veo
y tus ojos me llevan por el aire
al encuentro de tu boca

una y otra y otra vez,
hasta ese momento dichoso
cuando la guitarra entonaba su canto
y un baile apasionado
nos llenaba el corazón de regalos…

Eres el principio
y el final de mis besos
y desde ti voy

y a hacia ti vuelvo
una y otra vez
con insistencia,
como las olas
que acarician la playa,
yo no tengo otro destino
que tu corazón anclado a mis ojos
mirando el infinito

y me extiendo sobre ti:
manantial donde el amor

se alimenta de sí mismo.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Devenir

Quién recoge los pedazos del devenir
que azotan mi vida
arrojada sobre los restos del día
cuando no ven la luz de tu mirada
en un mar de sin sentidos?

Quién entiende mi vida
tan mía y tan ajena a veces
cuando deambula por la oscuridad
de esa ilusión que se marchita
de tanto esperarte
sin resultado alguno?

Quién sabe el orden de las cosas
o las prioridades de la vida,
si fuera de los límites espaciales de tus besos
no hay sino desolación y abandono?


martes, 6 de mayo de 2008

Eres

Eres como la actitud de la rosa
callada, entreabierta
y abotonada a veces,

que reina con su risa de cascada
en el jardín de lo que he querido.

Eres como el relámpago cobrizo
que va oxidando los árboles
hasta hacerlos llorar,

de lentas lágrimas de soledad
o como el amanecer
que silenciosamente se enciende

dejando al desnudo
las sombras

que de abandono enmudecen
a lo lejos.

Me vestí con ramas
que tu cortaste,
me cubrí de caminos
que tu exploraste
y desnudaste mi alma
de su cuerpo marchito
colgándola,
como blanca sábana al sol
que le florece a Septiembre,
en las caderas
de una guitarra campesina.

Tú no me conocías,
pero me descubriste
y como una rosa
entregaste a mi ser
el pétalo
de tu flor constelada.

lunes, 28 de abril de 2008

La lluvia

Absorto y extasiado
contemplo como la lluvia cae
cae y cae
y vuelve a caer desenfrenadamente,
rompiendo su corazón cristalino
de impetuosa esencia
que es abandono y amor
contenido en cada gota
sobre la tierra ansiosa,
que la aguarda y la contiene
después de una ausencia
casi infinita
como una mujer
eternamente enamorada.

Y así,
como la lluvia cae,
caen también
tus recuerdo envueltos en caricia
mientras dibujo
en el cristal de mi alma empañada
tu expresión de "no me olvides"
cuando tus besos
caían torrencialmente
sobre mi boca desatada...

martes, 22 de abril de 2008

Definitivamente

Me acuerdo perfectamente… parecía estar viviendo uno de esos guiones de películas románticas que te arrancan suspiros embetunados de sollozos. Estabas sentada como ocho puestos lejos de mí hacia la derecha en un concurso regional de cueca…
Se produjo una pausa en la competencia y movido por no sé qué impulso me incliné hacia delante en mi silla, miré hacia tu lado, sin imaginar que tú habías hecho el mismo movimiento, pero hacia tu izquierda… Nos quedamos unos segundos, tal vez desconcertados, abrazados por esa unión invisible de los corazones que se hablan a través de los ojos. Luego sonreímos y volvimos a apoyarnos en el respaldo de nuestras sillas, extrañamente maravillados. Después de un buen rato se produjo una gran pausa, como una fisura que rasgó el tiempo y las circunstancias y que nos arrojó bis a bis en bambalinas:
-¡Hola! -te dije- ¡Hola! -me dijiste- como distraída y desinteresada… ¿No te hará mal fumar dos cigarros a la vez? ¡¡No!! -te apuraste a decir sonriendo- el otro es de una amiga que salió recién, pero vuelve enseguida… Y -agregaste mirándome a los ojos-. ¿Quieres? No sé -te dije- y agregué con segunda intención… ¿No se enojará tu pareja? Soltaste una carcajada que llenó el espacio y a las personas que compartían el lugar. “No es mi pareja, somos sólo amigos”. ¡¿Aaah?...!Tomé el cigarro que me ofreciste y con cierta inquietante tranquilidad exhalé una gran bocanada, pensando para mí: “Definitivamente son poderosas y extrañas las fuerzas del amor que atraviesan el tiempo y las circunstancias…”

La eterna pregunta

¿A qué edad se deja de ser mar
y nos quedamos quietos amando la playa
que siempre nos espera y abraza,
esperanzada en ser solo ella
y no otra

el objeto
de nuestra incesante caricia?

A qué edad se entiende
que el amor no es sólo un arrebato
ni una fugaz locura del momento,
sino un estar permanente
que crece tanto

con la ternura
de la discusión que no florece,

como con la pasión
de ese silencio sin respuesta?

A qué edad entiendo
que soy tuyo hasta los huesos
y que apenas me pertenezco
que empujado por las olas de tus besos
voy desde ti

y hacia ti vuelvo?

miércoles, 27 de febrero de 2008

Los árboles

Mirad los árboles
miradlos bien,
porque ellos son el amor
hecho raíz y madreselva:
nacen de lo sencillo
y se multiplican en lo simple.
Sus hojas son
toda la razón del viento
cuando lo besan con pasión.

Ningún árbol ha dicho:
“crezco para darme sombra
o son sólo para mí
los frutos y la fragancia”.

Mirad los árboles
miradlos bien,
no hallareis ninguno muerto,
porque su corazón subterráneo
marca el pulso
de la vida que no descansa.


Ningún árbol ha pensado:
“limpiaré el viento
para que no me talen la esperanza
o llenaré de raíces la tierra
para tenerla siempre doblegada”.

Los árboles son
la estructura del amor que se empina
y es su consistencia
la templanza del abrazo
que une para siempre
el cielo y la estrella enamorados.

Mirad los árboles
miradlos bien,
sin duda,
que por sus frutos
los reconoceréis...

Carpe diem

Mira este verso como anida
en el brillo de tu mirada,
tal vez,
sólo tal vez,
sientas el cielo
entre sus sílabas deshojado.

El tiempo es un sinvergüenza
que entra sin permiso
marchitando todo lo que palpita
y volviendo gélidas
hasta las más ardientes hogueras.

Por eso ahora,
ahora que he venido,
muerde estas letras
con tus labios encendidos,
que el tiempo
con su andar se lanza
y el pasado
es el huésped indeseable
que le ves colgar a los retratos,
de los amores que no han sido.

¡Oh días,
segundos rotos,
épocas a pretérito abierto
sangrando por ti!

No seré tuyo
a más de estos besos
y mía no serás
más allá del abrazo
que con estas palabras
te doy.

Quién?

Quién dispara a mansalva
cuando tus pupilas dilatadas
se desgastan sobre mis besos?


Quién despierta el volcán dormido
desde antes del comienzo,
a la orilla imprecisa del origen
allí donde las almas van atardeciendo?

Quién es capaz de objetar
un claro de luna en manantial
que desde tu rostro se regala
sobre todo lo encendido?


Quién intuye tu nombre
con aroma a fresias despeinadas
cuando se asoma en la punta
de mi boca mordiéndola?

Quién golpea los metales de tu alma
crepusculares de tanto fuego
que se funden escondidos
en la fragilidad
de tu cuerpo en tempestad?


Quién percibe el sonido
de tus labios agitándose de besos
cuando estallan en los míos
estremeciendo la complicidad
de la noche que se avecina?

Quién, quién?

Quién no escuchó tu piel
que en bandada de pasiones
dejó abierta la ventana de tus manos
para establecer en mi cuerpo
todo su poderío?

Quién, quién?

Déjame ser

Déjame ser
el incansable torbellino
o el río del te amo desatado
y deja que me aleje
de la senda de lo permitido.

Déjame ser polvo y nada:
pienso tu cintura,
tus ojos en la altura del silencio
que me disparan a mansalva
cuando de ti me alejo.

Veo tus gestos que se escapan
estampados en un óleo invisible
cuando la corriente del amor
los arrastra.

Quién,
quién dijo cielo?
Quién,
quién gritó infierno?

Amada,
amada siempre,
Querida,
querida desde siempre.
Navego sin rumbo como un otoño
amarillo y desgastado
entre las hojas perdidas

de tu deseo desenfrenado.

Por eso,
cógeme entre tus brazos
de guirnalda y hoguera,
y márcame en la piel
tu amor
como un río salvaje
de besos en delirio.

Playaluna

Amanece bajo las flores encendidas
que tiritan ruborizadas en playaluna.

Abierto como un jardín a las saetas
fulgurantes y coloridas de Septiembre
mi pecho y tu boca rompen el murmullo
de las olas extendidas sobre sus sueños.

La complicidad se desgrana
como un otoño desordenado y travieso
entre la marea y la espuma
de la noche que le cuelga a la luna
enloquecida de resplandor y silencio.

Tus manos agitadas surcan la arena
que quema mi fuego inclinado
y haciéndote horizonte
me arranco desde tu pelo
en un suspiro constelado.

Amanece en azulbeso
y la luz generosa
por los confines de la brisa
se dispersa
eléctrica y tiernamente
por playaluna enamorada.

Un sonido de campanas ondulares
se levanta por detrás de tu mirada
mientras tu sombra y mi nombre
se llenan de sonidos
allí,
donde el corcel del amor
galopa
por nuestra sangre desbocado.

lunes, 18 de febrero de 2008

Estatura del tiempo

Por cuánto tiempo resisten
nuestros cuerpos

golpeándose como olas
en los arrecifes del deseo,
sin que se desate en ellos
el río del amor a mansalva?

Por cuánto tiempo resisten
nuestros cuerpos,

sometidos al vaivén
de las caricias

y los besos en bandada
yendo y viniendo
yendo y persistiendo
sobre el ancho paraje
de la geografía que nos desborda,
sin que se establezca de pronto
la rectitud de mi silencio
en medio de la profundidad
de tu delirio?

Por cuánto tiempo resisten
nuestros cuerpos

embriagados con las palabras
que aromaron la lluvia

que golpea tu oído
o por el viento que empuja mi beso
sin que se desamarre la tormenta
que nos inunda y nos supera?

Por cuánto tiempo, amor,
amor, por cuánto tiempo?

Tus ojos

He descubierto
que sólo
mirando tus ojos
me puedo sumergir
en la oceánica esencia

que inunda
el universo infinito
de la luz que te contiene.

Que mirandote
me dejo arrastrar
por esos parajes del recuerdo
que tiran de mi alma
como un viento obstinado
que jala de la embarcación
mar adentro
hacia aguas sin retorno.

lunes, 28 de enero de 2008

Cae la noche

Quedate conmigo
ya cae la noche...


déjame abrazarte fuerte
y respirarte profundo,
porque tengo miedo
y sólo el calor de tu cuerpo
aleja y disipa
esa angustia que me congela el alma.

Quédate conmigo
ya cae la noche...

y en el oceánico corazón
de mi tempestuosa esencia
sé perfectamente
que la vida no tiene valor
ni sentido verdadero
más allá de tu boca
o del alcance de tu mirada...

viernes, 11 de enero de 2008

Quizás

Me alejo de ti,
amada de siempre
en un doloroso esfuerzo de pasos
navegando en un rumbo ajeno a tus flores,
a tu ciudadela,
a tu abrazo de párpados

envuelto por una tristeza
moribunda y asesina...

Sin embargo,
escucha princesa del día
mi deseo de viento obstinado:


...tú bien sabes como es todo esto,
el gran Quizás agita su abanico
dictando su estatuto al mundo
en un afán de coincidencias fortuitas.
Un rostro extraño de posibilidad
le da luz a un nuevo día
esparciendo como claridad el azar
en los decisivos segundos de la vida.
...Entonces,
después de la noche lúgubre
en la que la distancia y el abandono
fueron tu único argumento.
Entonces,
el gran Quizás,
intranquilo,
baraje su naipe de copas y corazones
y nos haga su escala
realmente amada.

Quizás la aurora nos sorprenda juntos
con su abrazo de iluminado rocío.
Quizás la noche nos abrigue juntos,

con su cenicienta complicidad.

Tú madura de vidas y más vidas
yo extendido en lo versos
que sostienen mi velero anclado.

Entonces por fin
conjugaremos el Verbo,
el imprescindible
pan nuestro
de cada día.

Entonces por fin
diremos sí,
he aquí el Amor
para el que hemos nacido,
he aquí el Amor
por el que nos hemos unido...

El olvido

Mirada de ágata.
Risa de turquesa.
Tu boca es de tumba y de sombra,
y tu distancia es el eclipse que ahoga
las campanas que dicen:
“para siempre, para siempre,

para siempre”
con cada quejido.

Hoy mi verso te busca
y tironea desde lejos
tu espalda cubierta
por la escarcha de olvido
y mis palabras se despeñan
en el acantilado
de un: ... ¡no me dejes!
que sangra hasta morir de frío.

Te miro y no te veo.
Hoy un ángel
del paraíso se ha perdido.

Hoy como siempre te busco,
pero esta vez
tu indiferencia
me ha dejado
mortalmente herido...

Máscaras

Hoy me proyecto como sombra
en las escaladas grietas
de mi existencia diseminada,
embriagado de máscaras
me presento
en la escena del mundo:
y en qué estación te recojo
o a qué árbol te maduras?

Mis guantes rosados y endurecidos
Lloran tu ausencia presente
de noches y estrellas en abanico:
y qué bofetada
dejó abierta para siempre
tu herida como lluvia de huracanes?

Con qué verso enigmático
tocaré tu alma desatada
por las olas del olvido?

De piedra son tus ojos
cuando anidan en la ira
y reflejan en lo que miran
el abandono a quemarropa.

El amor, el amor,
el amor...
conjugaste acaso
alguna vez su delirio?

Así te quiero

Te quiero tosca e indómita
como copihues y banderas
como aguaceros y sequías
en medio de la vorágine
iniciando la rebeldía.

Te quiero perfumada de vida
paciente y oleada
con guantes blancos
que desde las rocas saluden
y no ausente
como un cartero
con su duro olvido de sobres.

Te quiero intacta de sueños
reales como tus desvelos.
Te quiero aterronada,
compacta como una hoja,
majestuosa como un Magnolio.

Te quiero empinada
como la claridad que estalla
en la cima de la cordillera
cuando el día recién bosteza.

Te quiero dócil como la greda
con su presencia
húmeda de bosques
y la figura que se intuye
entre las manos floreciendo.

Te quiero risueña
como una cascada
y cristalina como sus piedras,
aún en su actitud verdosa
de musgüita caricia.

Te quiero abierta
como un cielo nortino,
transparente como sus noches
que develan ocultas ciudades
en los confines invisibles
de la atmósfera constelada.

Te quiero lluviosa
como la cola austral
de mi abandonada tierra
con sus sílabas entrecortadas,
de encumbrados palafitos.

Siempre colmada
de redes y braseros,
respirando como locomotoras.

Te quiero simple
como una gota de rocío
con sus ojos de espejo y magia.
Despierta
como el calor de una madre
escondido entre el tejido y la cazuela.
Silenciosa
como la compañera del campesino
prendida a la ubre lechosa del primer sol,
con un oído en el gallinero,
diseminando su amasado pan
por su amasada vida

...Todo madura en tus manos
callada y tiernamente,
como las paltas con su enagua verde
y vestido de diarios.
Eres como el lugar oculto
donde el invierno guarda sus regalos.

Como esa isla misteriosa
donde miran atónitas las piedras
el horizonte que se a vecina
en el viento oleado.

¡No hay razones para no quererte
e interminables sentimien
para nunca,
nunca dejar de hacerlo!

Causas y azares

...definitivamente
las fuerzas del amor
cruzan el tiempo
y las circunstancias
en un eterno dictamen
de causas y azares,
ya sea su paso el de un ciclón
o el de una fresca
brisa marina,
pero siempre
dejará una huella
en nuestro quijotesco
corazón encantado
y todos lo sabemos...

jueves, 10 de enero de 2008

Te quiero

Te quiero con la necesidad de pedirte todo
y saber que no puedo exigirte nada.

Te quiero al comienzo de cada día
con la ilusión de empezar a quererte mañana.

Te quiero sin saber cuánto
porque cada día surge algo nuevo
que supera la medida

de mi anterior cariño.

Te quiero desde donde nace el cariño
justo en la esencia infinita
donde resplandece todo lo querido.

Te quiero tanto,
tanto, tanto,
que apenas me cabe en el corazón
tanto cariño.

La partida

Te irás y no sé cómo decirlo…

un vendaval de imágenes
sacudirán mi corazón roto,
una agónica negativa
mordida por el silencio herido,
una culpabilidad a mansalva
desgarrando mi alma
y arrojándome al vacío
de la soledad que es tormenta
y calvario sostenido.

Te irás y no sé cómo decirlo…

maldeciré el día y la hora
en que puse a prueba
la anchura de tu amor enamorado
y golpearé mi ser

una y mil veces
contra el muro
del abandono y la ceguera.

Lloraré, lo sé

y será tarde…

y a lo lejos se oirá

la lluvia cayendo triste
sobre el piano
que ahoga

los puentes de Madison...

Quisiera

Quisiera estar en la cabellera cristalina
que te abraza siempre
o en la sonrisa virgen
que inunda tu boca y la desborda.
Quisiera esconderme
en las manos transparentes del viento
para jugar con tu pelo y tu ropa.
Quisiera escabullirme
en los sonidos encendidos del sol
y tocarte hecho luz
siempre, siempre, siempre.

¡Oh mujer nueva
de la tierra silvestre
no hay campo baldío contigo!
Eres el cielo enarbolado
en el vuelo de una mariposa.
Eres como el júbilo
de las hojas otoñales
que movidas por la pasión del viento
estallan desordenadamente
en la calle en que nos conocimos.

Quisiera gritar : ¡te amo!
y ahogarme con el sonido

oceánico de tu nombre
en mis labios extendido.

Tu reino

Como en la noche azul
tu vida se acurrucó en mí,
cual lucero se duerme
en la falda del día
y tu mirada de rayo verde
se clavó sobre mis campos
florecidos de tanto esperarte.

Pusiste agua a mis grietas
mariposa estrellada,
viento a mis alas,
silencio de otoño.
Flores a mi huella,
invierno cristalino
a la noche de mi alma.

¡ No conozco más allá de tus ojos
no veo más allá de tus carnes !

Me embarqué en tus aguas
y me hice al naufragio de tu deseo.

Partí en mi bote pequeño
al horizonte de tu cintura,
a la marea de tus besos,
al archipiélago de tus arrebatos.


A buscarte:
tan solo y tan callado.
A encontrarte,
en un reino:
tan lleno y tan tuyo.

La espera

Esperarte es una hora sombría,
pálida y triste
como el beso que no te di,
porque el apuro o la ira
nublaron mi despedida.

Esperarte
es una herida que no cicatriza
que se abre y se cierra
sobre el río de mis ojos
y la desesperación de mis manos.

Esperarte sin saber ni cómo
ni cuándo,
es esperar en la sombra
del olvido que florece
en el jardín abierto
a todo lo querido.

Esperarte es morir de a poco

inundado sin piedad
por los raudales del delirio.

miércoles, 9 de enero de 2008

La poesía de tu ser

Quise ser el poeta
eterno y huracanado
que con poéticos sortilegios
hiciera saltar de tus labios
una palabra fabulosa,
una palabra nueva
que sonara como campana
sobre todo lo que escribo
...y sin embargo,
soy apenas
el resplandor vibrante
de una metáfora entumecida
que al lado de tu amor
se esfuerza en vano
sin poder hacer un verso
que manifieste realmente
lo que para mi has sido.

Quise ser

el poeta triunfante,
pero ya ves,

amor,
la poesía de tu ser
me ha vencido.

La noche sin ti

La noche me huele a precipicio
a caer despacio
a dormir en el olvido.
Llena la luna
se enciende de silencio
y arrancado de tus brazos
me desangro sin tu cariño

A dónde me llevan los carros
de la noche que respiro
si tu mirada se me pierde
si tú no estás conmigo?

Impensado amor nos arrastra
a la orilla del suspiro
amor que quiere ser eterno
y se muere en el olvido.

Desde tus ojos constelares
contemplo la noche
que se marcha
en la espalda
del silencio entumecido
y espero absorto y suplicante
que vuelvan a mis labios
tus besos extendidos.

Imposible posibilidad

Se me antoja a veces
no llamarte por tu nombre
ni traerte a mi mente
envuelta de recuerdos fugaces,
que me clavan sus puñales
de distancia y olvido.

Se me antoja a veces
no recordarte tan seguido,
porque te vas cuando quieres
y regresas cuando te dan ganas
amparada por tu cetro
de abeja reina.

Se me antoja a veces
odiarte con toda mi alma
y arrancarme tus besos
con arañazos de rabia infinita,
para que tu boca
no me siga reclamando
los besos que le pertenecen.

Se me antoja a veces
no volver a escribirte un poema
empacar mis versos
y mis metáforas
para largarme lejos,
lejos de tu mirada
apasionadamente furtiva,
donde no puedas tocarme
aunque me mires desde lejos.

Se me antoja a veces
no desearte con todo mi ser
para no sentir la sed
que sienten mis manos y mi piel
cuando llevan tiempo sin inundarte,
sin desordenar tu aliento
ni agitar tu boca desesperada.

Se me antoja a veces
creer que es posible
la imposible posibilidad
de olvidarte...

viernes, 4 de enero de 2008

Arráncame la vida

Cómo arrancarle un pedazo de dicha
a cada noche sin ti a mi lado?
Cómo no traerte a mi pensamiento
cuando late rebelde tu mirada
en mi corazón furtivo?

Cómo adivinar que te embriaga
el mismo vino dulce
del cariño que respiro
y que no soy sólo un loco
dando saltos hacia el vacío?

Cómo, oh dulce mariposa mía,
cómo me arrancas la vida
sin detener nunca
el torrencial fuego
de tus besos en delirio?

Que alguien le diga

Cómo explicarle a la Belleza
que su cristalino
y refulgente nombre
lo tiene gracias a ti
y a tu existencia?
Cómo explicarle
a esta mujer idolatrada
que más que una apariencia
lo bello es una manera
de ser y de sentirse
así como tú,
simplemente como tú...

jueves, 3 de enero de 2008

Qué no daría?

Qué no daría mi boca
por no apartarse nunca de la tuya
por permanecer abrazada a tu beso
como los astros a la noche abierta
cuando el silencio lo inunda todo...

qué no daría?

Qué no daría mi mano
por permanecer entrelazada a la tuya,
por recorrer los caminos del aire
que rodean tu cuerpo de amapola
estableciendo en él su morada
y fundar una ciudad de caricias

en cada palmo de tu delirante
y arrebatadora geografía...

qué no daría?

Que no daría mi cuerpo

por anclarse eternamente al tuyo
como un barco que no necesita
zarpar a otros puertos
buscando otros tesoros
que no sean los que permanecen

e inundan tus frágiles rincones.
Parajes donde el origen tiene su origen
y donde la vida se llena de vida...

qué no daría?

Qué no darían mis ojos
por no ver más que los tuyos
y por hundirse en ellos
como un velero entregado a las aguas
de turquesa transparencia,
muriéndose y renaciendo a la vez
como la frase que despierta en tu boca
y termina bailando en mi poema...

qué no daría?

El mar de los recuerdos

...Y sin saber cuándo
ni poder intuir cómo

el recuerdo de tus besos en oleaje
empiezan a golpear
la persistencia de mi boca
que atardece con tu nombre
en el horizonte de mi amor
cobijado apenas con la melancolía

de la distancia que es abandono.

Sin la menor claridad
y en la más absoluta imprecisión,
el verde azulado de tus aguas
empaña el cristal de mis ojos
desatando la ola
que se ahoga de palabras
mientras tú me lanzas un te amo
en medio la bruma agitada
del amor a mansalva
que se inclina y apasiona
cuando tu mirada lo empuja
en el mar de tus recuerdos.

Canto de agua esencial

Los hilos del tiempo
no tienen firmeza
y ,sin embargo,
mirándote el pelo
todas la esperanzas resplandecen.
El futuro débil rama parece
que amenaza quebrarse con los días,
pero entonces,
sintiéndote la mirada
dulce e infinita
las espinas se fatigan y enmudecen.

Tu vientre sostiene al mundo las ansias.
Los seres sin tu leche
inconsistentes imágenes son:
pasos ciegos
esfuerzos tartamudos.

Naturaleza sexual del barro forjada
polen vital de la existencia toda
curvatura precisa para los fértiles
recodos.
Amapola infinita de rocío
ancha mejilla de greda
puerto necesario.
Gemelas copas
que dan vida a la vida.
Abultada tierra
que pare primaveras.
Transparente secreto
que das origen y entrega.

El cielo,
los sistemas,
Dios,
lo desconocido,
todo:
por no poder la mente habitar
poblarte el cuerpo sólo pudo
morada predilecta
donde el origen tiene su origen!

Tango al corcho

No permaneces tranquilo,
más bien,
disperso en el tiempo
permaneces.
Y es tu geografía
el sostén de la noche
y en ti bailan y beben
los amigos
de la bohemia poesía.

No permaneces quieto,
más bien,
agitándote
en el humo del alma
permaneces.
Latiendo en la boca,
en la boca negra y dulce
en la boca latiendo
con gusto a madera
permaneces.


Y en el instante en que llegas
en que llegas de la iglesia
vos y la botella
casados con un casi para siempre.
y en el instante
en que el metal y las manos
perforan tu corazón embriagado
y en instante
en que el dolor y la alegría
se deslizan por tu parto:
gota a gota
sales murmurando apenas.
Pero entonces el metal
las manos entonces,
os hacen cantar desordenadamente
y te ríes de todo
con tu risa de uva y agua,
porque ahora
todo tu dolor
tu alegría toda,
son el dulce y agrio eco
del vino en la copa derramado.
Son el eco del vino,
El eco cristalino que lava
tu sangre y tu sonrisa!

miércoles, 2 de enero de 2008

En silencio

Amada mía,
tal vez no escuches
que a diario vuela
desde mis labios

un ¡te amo!
como flor abierta
aromada por ese cariño indeleble
que rompe el silencio que se avecina
y creas distraida,

que es el viento que susurra
mientras se despeina...
Pero lo cierto es,
Reina mía,
que te amo
con el lenguaje más inefable
que rueda por el mundo
y con los latidos
más imperecederos que estremecen
hasta el fulgor de las estrellas
cuando caen
sobre el brillo de tus ojos
a la orilla del ¡te amo!
con el silencio dicho.

Quién diría?

Acaso alguna vez te imaginaste
cruzando el tiempo y las circunstancias,
resistiendo a la orilla de los días
o cerrando los ojos anclada al recuerdo
de mi voz llamándote
con la insistencia del océano
que se inmola en la roca,
una y otra vez
una y otra vez

hasta que llegabas
hecha beso apasionado?

Acaso alguna vez te viste
acariciada con tanta ternura
por las palabras que traspasaron

el papel extasiadamente maravillado
y fueron a anidar en tu oído
como bandadas salvajes
que migran siempre

hacia el mismo sitio
sin una razón comprensible?

Acaso pensé alguna vez
decirle obstinadamente a tu boca
que su mar contiene el agua de mis besos
y que tu geografía desbocada
era el único lugar del mundo
donde moriría contento

con tu nombre
arrancándose de mis labios?

Y sin embargo,

quién diría
que somos dos conjugando un verbo
que justifica que la vida sea vida
y que al vivirla contigo
el cielo se haga verdad
cada vez que te respiro.

El peso de los días

Tal vez
y sólo tal vez
cuando estamos cansados
y todo se llena de gris melancolía,

creemos que lo más fácil
es lo mejor,
pero cuando bebemos
del pozo de nuestro espíritu
y respiramos el azul profundo
del universo que nos contiene
volvemos a entender
que nunca lo mejor
es lo más fácil.