miércoles, 12 de agosto de 2009

Tragaluz

Mis manos amor,
mis manos.

Amor, la soledad.
Infinitamente solo,
eternamente triste.

Mis besos amor,
mis besos,
son ellos mis golondrinas,
en bandadas que te van,

que te quedan
que te abren
de implacable
arrebato y ternura perpetua,

ese río de amor
que riega cada día
los campos resecos de mi alma.

Yo quiero poblarte,
hacerte puerto perenne,
donde todo yo:
vaya y quede y esté
vaya y vaya,

sintiendo una y otra vez
la certeza que me invade todo
y repica como una campana de dicha:

"tú, eres el principio del final
donde convergen con insistencia
la pasión de mis olas".

Soy viento errante
cuando me desato,
Amor,
por tus estaciones

y desordeno con mi traje transparente
cada una de tus geografías...

Pero, Amor,
quiero que sepas que no sólo

voy y vuelvo,

sino que te permanezco años
y te socavo aromas
de doradas ensoñaciones.
Recorro tus ansias,
habito tus aguas:
sí,
las habito!
como el arcoiris
habita
en el tragaluz de tu alma.