lunes, 18 de febrero de 2008

Estatura del tiempo

Por cuánto tiempo resisten
nuestros cuerpos

golpeándose como olas
en los arrecifes del deseo,
sin que se desate en ellos
el río del amor a mansalva?

Por cuánto tiempo resisten
nuestros cuerpos,

sometidos al vaivén
de las caricias

y los besos en bandada
yendo y viniendo
yendo y persistiendo
sobre el ancho paraje
de la geografía que nos desborda,
sin que se establezca de pronto
la rectitud de mi silencio
en medio de la profundidad
de tu delirio?

Por cuánto tiempo resisten
nuestros cuerpos

embriagados con las palabras
que aromaron la lluvia

que golpea tu oído
o por el viento que empuja mi beso
sin que se desamarre la tormenta
que nos inunda y nos supera?

Por cuánto tiempo, amor,
amor, por cuánto tiempo?

Tus ojos

He descubierto
que sólo
mirando tus ojos
me puedo sumergir
en la oceánica esencia

que inunda
el universo infinito
de la luz que te contiene.

Que mirandote
me dejo arrastrar
por esos parajes del recuerdo
que tiran de mi alma
como un viento obstinado
que jala de la embarcación
mar adentro
hacia aguas sin retorno.