martes, 10 de agosto de 2010

El regreso

Otra vez apegado a ti
abrazado a ti
envuelto de ti
unido a ti
siendo parte de ti...

Oigo respirar tu amor
como un susurro
de aromático fuego
que me quema
y me refresca el alma
cuando regresas
de donde te has ido.
 
Abrazado a ti
hundido en ti,
repito mientras me duermo
que te amo desde que existo
y tú te duermes
mientras repites
un te amo
en forma de beso,
extenuada sobre mi pecho
arrojada por las aguas
del naufragio que es delirio.

viernes, 2 de julio de 2010

Cambio radical

Reflexiones a mansalva!!
Primera parte : “del género y otras cuestiones…”

Propongo un cambio definitivo, radical y absoluto.
Propongo que se refunden ciertos conceptos que durante siglos han desgastado impunemente, la frágil naturaleza humana. Propongo que a los hombres se nos eduque hasta el cansancio y con rigurosidad prusiana, en la fidelidad como modo de vida, de tal modo que volvamos a decir que NO, cuando es NO, independiente si a los vientos que hacen flamear las banderas de las feromonas, cualquier brisa o ventisquero les sirva. Propongo - aunque parezca majadero – que la fidelidad se enseñe en todos los colegios y que se incluya en los Programas Educativos, como contenido relevante y condicionante, para que aprendamos a ser fieles a nosotros mismos y dejemos de andarnos traicionando ante cualquier obstáculo o dificultad, que nos aleje de lo que somos y lo que queremos ser. Propongo que el corazón y la mente trabajen juntos y sincronizadamente y no por separado, como ha sido  su costumbre siempre, o casi siempre, que no es lo mismo, pero es igual. De esa manera podremos tener la esperanza de que se terminen los estropicios y vendavales de llanto, que estallan por todas partes, cuando estos dos actúan por su cuenta. Propongo que a los hombres se nos eduque como a mujeres, en lo que concierne a la fortaleza, la dignidad y la entrega. Así seremos menos vulnerables, menos deleznables y más comprometidos. Propongo que el género femenino deje de ser tan enrollado. Que dejen de andar buscando lo que no hay donde no lo hay. Que se empapen de la practicidad del hombre, así dejarán de ahogarse en un vaso de agua o hacer de una llovizna un aguacero…

miércoles, 30 de junio de 2010

La libertad

Volverás a mis brazos
y el tiempo se anclará
en la proa de nuestros besos
que resisten con pasión,
la rutina que nos golpea.

Volverás como vuelven
esas aves majestuosas
que tiñen de blanco
el lago de tu risa
y la espesura de mis sueños,
con eterno y suave vuelo.

Volverás será entendido
y encontrarás más amor en mi alma
que en el traje del viento
todo el aroma que tiene la tierra.

Volverás,
así está escrito.

Y verás
mi corazón abierto
como una puerta que te espera
mi corazón abierto,
como una puerta que no se cierra..

sábado, 26 de junio de 2010

En estos días...

Qué falta me haces en estos días…

Las cosas pasan
como fantasmas por mi vista
cuando no está tu presencia
que llena de luz la existencia toda.
Errático por las horas
voy de un tiempo a otro sin consistencia
como un alma en pena
que apenas habita la vida
ajena
que sin ti tengo.

Qué falta me haces en estos días…

Digo en silencio tu nombre.
Repito con angustiada y febril energía
las cosas que hacíamos juntos
cuando tu amor me tumbaba
como un viento huracanado
haciéndome vivir una pasión,
que solo vi en historias ensoñadas
o cuando la espesura de tus sentimientos
me acariciaban el alma
hasta la embriaguez
y terminaba mi corazón
teniendo la forma de tus besos torrenciales.

Que falta me haces en estos días
cuando enferma y disminuida,
apareces de pronto
durmiendo entre mis brazos
y yo apenas doy el ancho
de la presencia que te sana,
porque las corrientes de la vida
me arrojan en una playa
que no da respiros
y que, sin embargo,
sin ti,
no tiene ningún sentido.

Amor mío…
¡Qué falta me haces en estos días!

domingo, 2 de mayo de 2010

Planeta Agua

Ven acá, coloso rey de capa azul,
siéntate con tus huestes arenosas

en mi volantín
Septiembre de papel.

Deja tu solemnidad en el membrete:

ahora decido tus olas,

si subes o bajas.

Espera mi orden de anclas y velas

mi pluma te dará nuevas gaviotas.

Sé que te has tragado a muchos

con tus montañas indomables

de tentáculos submarinos,

sin embargo,

llegó tu hora:

domesticaré tu cardumen
de oleajes y tempestades

con el uso hasta la saciedad

de la puntuación.

Dosificaré tu espuma sigilosa

con mi lectura tartamuda y arrugada.

Ahora yo propondré arrecifes

escucha bien mi sentencia

de peces, islas y archipiélagos.


Navegarás por estas estrofas
con tus infantiles superficies deformes:

siente como acentúo tus naves,

como subrayo tus puertos

Con la magia de vocales y consonantes

henchidas de sal y arena.
...Rebelde,

rebelde juguetón,

sabes que no puedo contigo.

Nunca dominaré tu cabalgata de mareas,

embriagante es, sin embargo,
sentirte fluir
en estas sílabas arteriales.

de plantón y ciudades huracanadas.

Puedes irte,
vete ya!

ve a poblar tu Planeta Agua
con el total hemisferio de tus corrientes

descontroladas y voraces...


...Espera!

detén tu ola

quiero ir contigo:

me llaman mar
tengo besos que van y vienen

y amores que se agitan

y naufragan
en el fondo
del arrecife del olvido.
..

jueves, 18 de marzo de 2010

Oleaje

...y vuelvo hacia ti
con la insistencia de la ola
golpeando una y otra vez
sobre la superficie de tu boca
esos besos que estallan primero
y luego se extienden
sobre las arenas del delirio…

La pertenencia

¿Por que la vida se empeña

en sacarnos pedazos del alma

que no cicatrizan nunca?


¿Por qué la pasión no se muere

de golpe y porrazo

en vez de agonizar

en la crueldad del día a día?


¿Por qué apagamos esos besos

que nos quemaban el alma

con ese goteo de labios

llenos de rutina?


¿Por qué te vas y no creo que me muero

aferrado al último de tus suspiros?


¿Por qué dejo que la urgencia y la agonía

me llenen de seguridades que adormecen

o de razones sin delirio?


¿Por qué nos herimos

si nos amamos tanto?


¿Por que nos matamos con palabras

en vez de sembrarnos con la mirada,

bandadas de alegrías?


¿Será porque sé que te tengo

y que tú me tienes también?

Sentencia

No repetiré sobre tus labios

esa dulce condena mía,

que a la distancia,

no hace más que quemar.


Ni tampoco atardeceré mi piel

sobre la dulce esencia que te contiene toda

sin dejar espacio

para cuando necesito olvidar.


No abrazaré con mi aliento

el fuego que arde en tu mirada

ni dejaré volar

las caricias que te buscan siempre…


Dejaré que el tiempo cumpla su estatura.

Dejaré que “algún día” se transforme en realidad.

Aguardaré un siglo en eterna vigía

hasta que sea en ti mi vida

y sea yo el río de tu felicidad.