jueves, 13 de diciembre de 2007

A la orilla del día

Me pasa de pronto
casi a menudo,
por no decir siempre…
que cuando comienzo
a extrañarte

y te extraño y te extraño.
Cuando creo que todo me lleva a ti
y que tú te lo llevas todo.
Siento que el día se adelgaza
de tanto recordarte
hasta tomar la forma de tu boca
y lo veo correr hacia mi
como un beso apasionado
a la hora en que el crepúsculo
se arrebata de complicidades
dispuesto a llenarme
el alma de regalos.

Mi poesía

Mi poesía es tuya
como suya es la luna llena
a la noche estrellada.
Te pertenece
pero tiene vida propia.
Viene de ti,
pero va más allá de ti.

Mi poesía es un cerro de antojos
en medio de un mar desordenado
que le nacen a las palabras
cuando tu boca se estrella contra la mía
después de haberte besado con el alma.

Si me dejas,
mi poesía se marchará de ti
y quedaran miles de versos abandonados
como una huella olvidada en el camino
llorando, tristes, hasta morir de frió.

Si tu amor emigra
la melodía de mi verso
se irá definitivamente
y no la hallarás aunque maldigas
o supliques al viento mi nombre.

Mi poesía es tuya
porque mi poesía soy yo
extasiado en el ancho aroma
que te nace
cuando te beso
con mis ojos de enamorado.

Pantera salvaje

La tormenta
es una baraja de nubes rotas
que vierten furiosos ríos
de eléctricas densidades.

La tormenta
es una inspiración surrealista
con la que se pinta el cielo
de abstractas pinceladas.

La tormenta
es una puerta que se abre
y que se cierra
con inusitada violencia
y desgarra sus vestiduras
cuando el viento cual Otelo
la cela y la cuestiona.

La tormenta
es un brebaje de espeso sabor
que embriaga como una noche de juerga
al navegante que prueba su furor.

La tormenta
es una pantera salvaje
hambrienta de vendavales
que se agazapa en la oscuridad
y lanza desde el fondo sus rugidos
que llenan de temor y asombro
a un distraído espectador.

Illeifa

Illeifa es una isla pequeña
en la cabecera del Lago Ranco
donde el viento se sienta como un niño
en las faldas del bosque de arrayanes
y respira bocanadas de transparencia.

Illeifa es un cojín aterciopelado
donde las aguas descansan por la noche
mientras la brisa la acurruca
hasta que se llena de suspiros.

Illeifa es una ninfa virginal
raptada desde Olimpo
por un Paris de azulada cabellera,
desafiando vientos y tempestades
por el simple placer contemplar
sus bosques y sus valles.

Illeifa es una musa vaporosa
de pronunciadas caderas
que cautiva con lo simpleza
de una mujer sencilla
cuando se ríe a carcajadas
mientras moja sus pies
en cristalinas profundidades

de su eterno enemorado.

Alunece

Alunece
sobre las llanuras deformes del Lago Ranco
a esa hora en que el silencio se sostiene en el aire
como una pirueta de trapecistas temerarios
y se lanza luego con descaro
sobre la silueta ennegrecida de los montes.

A lo lejos se oye recitar al rey de azul diadema
versos acuosos de cristalina fragancia
como un caballero medieval que le canta
a su rutilante dama
encerrada
en lo más alto del castillo de la noche.

Alunece el sur del cielo con eléctrico fulgor,
porque se sabe que en la alcoba de la noche
la diosa se insinúa con provocativa seducción,
y es que el Lago no resiste sus brillantes caricias
que lo dejan prisionero de su resplandor.